Volver a empezar es aterrador, emocionante, triste, liberador y en ocasiones, simplemente, no es nada. Algo tan cotidiano como levantarse de la cama y creer que hoy será un día diferente.
Para muchas personas es impensable dejar las cosas a las que tanto se han acostumbrado y es porque vivimos en un mundo salvaje, donde la zona de confort es nuestra mayor adoración.
Hace 12 meses estaba de viaje por primera vez en otro país, donde la intención era quedarme 90 días. Por azares del destino, solo tardé 36 días en comprar un boleto de regreso (fue mi única y mejor opción).
Llegando a casa decidí buscar un empleo temporal, mientras lograba recuperar mis finanzas y me volvía a estabilizar. Sin embargo, hoy te escribo justo después de haber terminado mi jornada laboral.
Lo pienso y me revuelve un poco el estómago, siento que no estoy cumpliendo los planes que tenía cuando dejé la universidad.
Sin embargo, un buen amigo me dijo: «el camino que menos esperas puede ser justo el que te lleve hacía el éxito».
Creo firmemente que salir de la zona de confort es una manera de vivir al máximo.
Si te soy honesto, me genera emoción pensar en el mundo de posibilidades que hay allá afuera… Quizá por el contenido que consumo, la carrera que estudié, las historias que me permito escuchar y las personas que han motivado mi vida profesional.
Son muchos los factores que influyen en nuestra visión de la vida.
¿Te has preguntado alguna vez, por qué crees que los ricos tienen suerte y los vagabundos son miserables? ¿Es la universidad la que te hará ganar mucho dinero o son tus habilidades? ¿Por qué no puedes terminar de pagar tus deudas?
A veces, solo nos dejamos llevar y no movemos el timón de nuestro barco. Sé valiente y decide cual es tu horizonte.
Quizá me estoy proyectando en esta publicación, pero qué más da.
Si pudiera recordarte todas las veces que estabas a punto de darte por vencido, quizá lo intentarías de nuevo y dejarías de lloriquear, ¿tantos años para dejarlo así de fácil?
Eso me parece cobarde.
Analiza tus últimas decisiones, la rutina que haces, las personas con quienes te relacionas, cómo utilizas tu dinero y la información que entra a tu cabeza.
Recuerda que somos manipulables, mínimo hazlo a tu favor.
Echa un vistazo a las 19 lecciones de vida que me regaló el año 2023.
El presente tiene buen sabor, justo como el café que me estoy tomando y el aire acondicionado que mantiene fría mi espalda.
Estoy apunto de irme, tengo que entrenar y muero de ganas por golpear el costal de box. Me fastidia no saber como despedirme, pero esta vez lo intentaré… Te escribo pronto.
Evan B.
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