Otra vez por acá, en mi habitación dentro de este mundo llamado internet. En la preparatoria me pregunté por primera vez cómo ser feliz y hasta el día de hoy mi respuesta sigue cambiando.
En este momento, la que más me convence es alejarse de las cosas banales y enfocarse en lo que vale la pena.
Suena un poco egoísta, pero en un mundo tan caótico el silencio se convierte en un privilegio. Date cuenta que todos los días se habla de la inflación, la inseguridad, el tráfico de la ciudad y por si fuera poco, la política.
En algún momento, por un segundo, debemos de tener la capacidad de desconectarnos y decidir por cuenta propia en qué pensar… Sin que nada nos interrumpa o robe las ideas.
¿La libertad es un estado mental?
Un día a las 9:00 pm estaba llegando a mi casa, después de trabajar, ir al gimnasio y haber pasado a comprar un electrolito a la farmacia. Por fin era libre, en ese momento podía hacer lo que quería.
Sin embargo, ya era de noche, mi cuerpo estaba cansado, no sabía que cenar y por si fuera poco, tenía que prepararme para el día siguiente.
En pocas palabras, mi día había terminado y no tuve ni 30 minutos libres. Algo que en el largo plazo podría volverse deprimente, frustrante y una manera de dejar que se nos escape la vida.
Recuerdo que alguna vez me dijo mi terapeuta: «La libertad, en ocasiones es un estado mental, algo que nosotros podemos crear».
Darnos cuenta que tenemos opciones y formas de amenizar los días. Tú eliges si pasas las horas trabajando, estresado, escuchando rumores o simplemente pones la música que te gusta, decides rodearte de buenos conversadores, caminas 5 minutos al sol cada hora y tomas suficiente agua.
Básicamente, un cambio de actitud o la misma ecuanimidad pueden ser soluciones fáciles.
Aunque parezca fantasioso (para unos cuantos) también habrá a quienes les funcione esto.
Al principio te sentirás ridículo, no te preocupes. Salir de ambientes tóxicos y dejar de vivir cabizbajo no es para todos. Hace falta mucha valentía para cuestionar lo que hacemos en el día y buscar la manera de hacerlo todavía mejor, pero no mejor para el sistema, mejor para ti.
Define lo que te hace feliz; ¿Tomar un café frío y escuchar Pink Floyd? ¿Pasar tiempo con los animales? ¿Gastar tu dinero en ropa, viajar cada 6 meses o visitar la iglesia los domingos? ¿Salir de tu zona de confort y retarte a ti mismo?
Piensa en las cosas que te hacen sonreír y ser feliz, busca la manera de incluirlas en tu vida, no las dejes para después.
Haz el esfuerzo por salir de la incertidumbre que el sistema económico nos genera… Vas a morir y el dinero no podrá evitarlo.
Evan B.
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