El perfeccionismo te podría arruinar (y cómo evitarlo)

Haces una cosa y no te gusta, vuelves a intentarlo y sigue sin gustarte. Se convierte en un acto repetitivo, así que te frustras y decides dejarlo a la mitad, entonces, estamos hablando del perfeccionismo.

— ¡Qué difícil tema! — Me estoy diciendo en este momento.

Ser perfeccionista se confunde con perseguir la excelencia. En una sociedad que premia la meritocracia y señala los errores, hemos comenzado a creer que siempre podemos hacerlo mejor, como si nunca fuera suficiente lo que ya hicimos.

Las redes sociales muestran la mejor parte de nuestras vidas, el marketing y la publicidad crean escenarios, maquillan personas, les piden actuar de una forma y al final un editor se encargará de retocar el contenido.

Por mucho que se justifiquen los anunciantes, no dejan de perseguir esa perfección en sus anuncios. 

Jitomate rebanado
El jitomate de alguno de mis desayunos.

Debemos de entender que somos humanos, hu-ma-nos. Formamos parte de un ecosistema perfectamente imperfecto, con siembras irregulares, nuevas enfermedades, crisis, calles a medio pavimentar, etcétera.

Si logramos concientizar esto… Quizá, abracemos la naturalidad de la vida y aceptemos que la perfección no existe, aunque la propaganda diga que sí.

Hazlo a tu manera, bien dicen por ahí que la autenticidad y originalidad son rasgos sumamente atractivos.

Personas en la fila del supermercado

Hay cosas más importantes en el mundo

Cuando somos perfeccionistas caemos en la trampa de corregir las cosas a cada instante; Volver a barrer, cambiar las décimas de ese archivo en excel, pasarle el trapo una vez más a tu coche o tomar una última foto (haber si ahora sí sale bien).

No avanzamos, nos quedamos estancados en esa búsqueda del resultado perfecto y mientras tanto, el tiempo sigue agotándose.

A mí personalmente me funciona aceptar la incomodidad del resultado y perseguir el siguiente reto.

Por ejemplo: Escribo un artículo, hago la revisión y lo subo a mi blog. Una vez arriba puedo corregirlo si algo es sumamente visible, pero eso no puede interferir con la escritura de mi siguiente artículo.

Es una forma de continuar y no engancharme con lo mismo. También soy consciente que en la marcha se aprende, entre más artículos escriba mejor será mi escritura.

A veces, somos nosotros mismos quienes más nos juzgamos y esto nos hace creer que el mundo entero lo está haciendo, no mi estimado, solo es tu mente jugando en contra.

Evan B.


Imagen para promoción del libro Como ser un estoico, escrito por Massimo Pigliucci.

8 respuestas

  1. Avatar de Alma Rosa Salinas Rojas
    Alma Rosa Salinas Rojas

    Felicidades por tu manera de ver la vida

    1. Avatar de Evan B

      Muchas gracias, Alma.

  2. Avatar de Prefieronodecirlo
    Prefieronodecirlo

    No cabe duda de que del perfeccionismo algo habrá que aprenderle, quizá estemos viviendo solo un capítulo o el libro completo, de algo nos servirá y, ojalá podamos soltarlo cuando sea el momento adecuado.

    1. Avatar de Evan B

      Estoy de acuerdo contigo y me gusta la manera en que lo describes.

  3. Avatar de Yanira
    Yanira

    Nosotros mismos nos juzgamos,nos exigimos y buscamos esa perfección pero bien dices ; se tu,q todo fluya,sin apariencia, ni exigencias.
    Me gusto tu artículo!

    1. Avatar de Evan B

      ¡Gracias!

  4. Avatar de Zahir Obregon
    Zahir Obregon

    Me gustó tu publicación y sin duda tu cada día escribes mucho mejor 🫶🏻

    1. Avatar de Evan B

      ¡Muchas gracias! Saludos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Últimos artículos