A veces despertamos de buen humor. Sin embargo, las primeras noticias o situaciones del día pueden ser molestas y desagradables. Por lo tanto, saber cómo autorregularse es nuestra única y gran responsabilidad.
Durante el transcurso de la mañana me llegó un correo que decía: «Me complace informarte que el cambio ha sido realizado».
Algo que estoy esperando desde el 17 de marzo. Un cambio de correo principal para mi cuenta en el Grupo Bursátil Mexicano, mejor conocido como GBM.
Decido ingresar a mi perfil… ¡Oh, sorpresa! El problema sigue sin resolverse, acceso denegado. Lo más absurdo de esto es que hemos tenido una conversación de más de 25 correos y llamadas telefónicas.
Pero no importa. Este artículo trata sobre la paciencia, nuestro nivel de tolerancia y la autorregulación emocional.
Hoy amanecí de buenas, ¿por qué voy a permitir que una situación externa cambie mi actitud y perjudique el resto del día?
No hay motivo alguno.
Además, estas situaciones son los verdaderos retos para la madurez emocional.
Nosotros decidimos dónde poner nuestra atención y dudo que quieras hacerlo en las malas experiencias o aquellos problemas que solo generan dolores de cabeza.
Voltear la moneda es una tarea individual, y para lograrlo hay que trabajar en la tolerancia, porque nos ayuda a manejar una situación adversa, aceptar que no todo va a salir como queremos y aún así, podemos digerirlo (sin que nos haga daño).
La paciencia es clave, sin ella, surge la ansiedad e impulsividad. Nuestra mente comienza a creer que el problema es más grande de lo que realmente es, y esto puede ocasionar complicaciones innecesarias.
Sucede lo mismo con nuestra lista de pendientes, si no sabemos manejarla podría convertirse en una carga emocional.
Los filósofos estoicos decían que debíamos de aprender a ver los problemas con sus límites naturales. Es decir, hasta dónde pueden llegar a ser, no más allá, porque eso es sobrepensar.
Acéptalo, hay cosas que no podemos cambiar y lo único que está en nuestras manos es controlar cómo reaccionamos.
¿Crees que vale la pena estar enfadado todo el día por un incidente que solo tomó un momento?
Evan B.
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