
Faltaban menos de 48 horas para pagar mi renta y seguía sin tener el dinero completo, así que tuve que empeñar uno de mis relojes. De nuevo, es bien sabido que la locura y necedad forman parte del emprendedor.
No me desanimé, solo comencé a sentir una presión que hace años no sentía, como si el modo supervivencia se hubiera activado.
Mi mente estaba dando vueltas y vueltas, queriendo encontrar una opción que le hiciera sentido y que se ajustara a mi realidad. A veces, el problema no es no tener opciones, sino saber cual elegir.
Aproveché para canalizar esa energía y encerrarme por completo en mi habitación por dos días enteros, sin hacer muchas cosas, únicamente actualizando mi curriculum y portafolio de trabajo.
Una vez que terminé de hacerlo, entré a Upwork y envié propuestas, con mensajes tan prometedores que era imposible no responderlos… dicho y hecho, las conversaciones llegaron.
Al final, teníamos unos cuantos dólares en camino, 2 candidaturas a trabajo freelance y nuevas visualizaciones a mi perfil como redactor de contenidos.
Fuimos en busca de negocios
También (aparte del mundo online), salí con un buen amigo a buscar negocios y hablar con ellos para vender nuestros servicios como agencia de publicidad, específicamente, creación de contenido.
Le dije que empezáramos con negocios pequeños y que no fueran nuestro objetivo, para familiarizarnos con el pitch de ventas y no regarla con los buenos prospectos.
La primera puerta que se nos abrió fue con una señora de más de 50 años, algo aferrada a que las redes sociales no sirven para un carajo. Sin embargo, esos 7-10 minutos de platica me ayudaron a entrar en confianza.

Pude reafirmar que saber vender es una habilidad muy valiosa como emprendedor, porque no basta con tener el producto o servicio ideal para tu cliente, alguien más puede convencerlo ofreciendo menos valor que tú.
Yo diría que tienes que encontrar el balance entre precio-calidad, para que evites las preguntas absurdas, las horas de negociación y estar buscando técnicas de manipulación debajo de las piedras.
De igual manera, saber vender es un elemento que fortalece el emprendimiento y puede ayudarte desde hacer tu pitch de ventas en la calle, a través de redes sociales, hasta con un grupo de inversionistas.
Te recomiendo leer este artículo sobre ganar más dinero.
Esto fue lo más complicado
Aceptar que emprender me está llevando al límite, tuve que reducir mis compromisos sociales, cambiar mi alimentación y comer varios días atún, así como sobregirar mi tarjeta de crédito (por primera vez en la vida).
Es un sube y baja, intenso, a veces estás en la cima y otras parece que vas a chocar durísimo contra el pavimento.
Pienso que estas sensaciones de extremo a extremo son algo adictivas, como las relaciones tóxicas; un día se aman profundamente y otro día se odian a morir.
Proyecciones para los próximos días
De hoy a la siguiente nota de blog, definitivamente, espero recuperarme de este bache financiero y emocional. Asimismo, captar nuevos proyectos como redactor de contenidos y conseguir por lo menos un cliente fijo, no transitorio.
Definir mejor la estrategia de Incomprensible Café (en esta nota de blog no les platiqué mucho) y estar teniendo conversaciones sobre la apertura de un establecimiento físico.
¿Ya leíste el día #1 documentando mi vida como emprendedor?
Evan Ballesteros.

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