El peligro de la frustración

El vaso de agua a veces está vacío, otras veces medio lleno y hay días que está a punto de derramarse, porque la frustración no disminuye, el estrés es incontrolable y el sentimiento de atadura es cada vez más fuerte… Esos días, no hables, no hagas y solo respira.

La última vez que me sucedió, no me detuve ni un segundo a pensar si era lo correcto, solo salí huyendo a otro país.

En aquella ocasión era barista de una cafetería, misma que todavía frecuento, y decidí renunciar para irme a viajar por sudamérica.

Según yo, conocería Colombia, después Ecuador, Perú y hasta llegar a Chile, Argentina y Brasil no estaban en mi lista.

Sin embargo, no me preparé, no ahorré suficiente dinero, no sabía a donde llegar y que haría una vez estando allá. Me fui corriendo de mi realidad, esperando encontrar una mejor, algo que me cuestiono todavía.

No te voy a mentir, estuvo genial aquella experiencia (aunque solo duró 5 semanas y me robaron en mi primer destino, obligándome a regresar a México). Pero me revuelve el estómago pensar que alguna vez creí que todo estaba mejor lejos de casa. 

De manera consciente sabía que no era así, no obstante, la mala gestión de emociones y evidentemente, la baja tolerancia a la frustración, terminaron estallando en mí la madrugada que compré mi boleto de avión a Bogotá.

Ahora que lo veo en retrospectiva me doy cuenta de mil y un errores, que solo un joven inmaduro puede cometer.

Conoce más sobre el síndrome del impostor.

Ve al psicólogo, comienza a escribir, enamórate de las actividades físicas, respeta tus ciclos de sueño, haz todo lo que te hace bien y reconoce la importancia de gestionar las emociones, por favor no lo pospongas… Eres tu prioridad.

Todo lo anterior son solo algunos ejemplos, existen muchas otras técnicas para autorregularse y no explotar.

La vida no se trata de evadir los problemas, sino de enfrentarlos, sin miedo, con la fe y la esperanza por delante. Al final, intentarlo es de valientes y evitarlo es de cobardes, así que afronta lo que te tocó vivir.

Sea fuerte, mijo.

Evan Ballesteros.


Imagen para promocionar el libro "Como ser un estoico" de Massimo Pigliucci.

2 respuestas

  1. Avatar de Jorge Arias Maya
    Jorge Arias Maya

    Hola Evan muy cierto lo q dices pero desgraciadamente así se aprende en ésta vida a vase de experiencias y lo mejor de todo es q asumes tus errores y responsabilidades saludos

    1. Avatar de Evan B

      ¡Hola Jorge, un gusto saber de usted! Gracias por el comentario y saludos.

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