Es normal tener miedo al cambio

Me mudé de departamento y no pensé que esto fuera a ser complicado, tú sabes a que me refiero, aquello que a muchas personas les hace morderse las uñas y los mantiene en la zona de confort durante años… ¡Ajá, el miedo al cambio!

Un jueves cualquiera me reuní con mi mejor amigo, platicamos y me contó que tenía que mudarse, yo en ese momento me sentía estancado, como si mi vida no estuviera yendo a ninguna parte.

Así que tomamos la decisión de buscar un departamento y en menos de 7 días ya estábamos apartando la nueva propiedad, pensando en como organizarnos, definir acuerdos y demás.

La vista de mi último departamento, antes de mudarme.
Uno de los últimos atardeceres, antes de mudarme.

Los cambios son parte fundamental de nuestro desarrollo, si seguimos haciendo las mismas cosas, seguiremos obteniendo los mismos resultados, ¿estás de acuerdo?

Por eso insisto tanto en que debemos de responsabilizarnos de nuestra vida, decidir por nosotros mismos y ser conscientes de lo que estamos decidiendo. 

Muchas veces nos dejamos llevar porque somos cobardes, perezosos y mediocres, creemos que esto es lo que nos tocó y ni modo, para que lo intentamos si la mayoría fracasa.

Quizá, aprender a lidiar con la incertidumbre es lo que nos hace falta, para salir de la zona de confort, animarnos a soltar lo que no nos gusta, dejar las cosas que nos dañan y buscar la felicidad, el éxito o lo que sea que estés persiguiendo. 

Recuerda que detrás de una decisión existe otra realidad, que podría ser mejor o completamente peor.

Las decisiones te mueven de lugar

Desde saber como hacer un análisis, recopilar datos, encontrar fundamentos, hasta determinar las probabilidades de éxito y de fracaso.

Aunque parezca muy numérico, no tiene que ser así precisamente.

Solo detente, analiza de raíz porque quieres hacer esto, recopila el recuerdo de experiencias similares, encuentra suficientes fundamentos para saber porque una es mejor que la otra y por último, determina los posibles escenarios y prepárate. 

A veces, creo que solo tenemos que tomarnos en serio, y con eso basta.

Para algunas personas realizar cambios es emocionante y una constante en su vida, misma que refleja la inestabilidad, mientras que a otros les aterrorizan los cambios, reflejando su comodidad… Como dicen por ahí «cada loco con su tema».

En fin, me cambié de departamento y durante la primera semana vi a personas corriendo detrás de un carterista, policías poniendo multas en la esquina y a vendedores de pan con altavoces a todo volumen.

Pero no les miento, me está gustando la experiencia, disfruto mi terraza, los precios bajos de la zona y la nueva rutina que estoy construyendo, este cambio era justo y necesario.

¡Cuidado con el perfeccionismo!

Evan Ballesteros.


Imagen para promocionar el libro "Como ser un estoico" de Massimo Pigliucci.

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